No es un nombre muy profundo. Bad Milk sería ” Mala Leche” en español. Como soy intolerante a la lactosa creí que hacía mucha gracia. Quizá no es un nombre especialmente duro o cool, pero creo que dice al menos una cosa sobre mí: me gustan los juegos de palabras y las expresiones que puedan tener doble significado.
De momento nada muy específico. Intento despertarme con tiempo y no comer muy tarde. Siempre llevo muchas mallas, pantalones y calcetines de más por si acaso. Practico mis respiraciones relajantes y me pongo música motivadora de camino al pavellón.
Hacía poco menos de un año que me había vuelto a poner los patines e iba por la Barceloneta, con mi musica. Un día quedamos para ver un partido de fútbol y una amiga llegó emocionadísima de ver el primer partido de Barcelona Roller Derby contra Tenerife Roller Derby. Como sabía que había patinado me dijo que tenía que ir a verlo, que me encantaría. Mandé un correo electrónico a la liga, me contestaron que fuera a ver un entrenamiento. Fui la misma semana que jugaron contra Helsinki, y me ofrecí a ayudar como NSO. Desde entonces me enamoré de este deporte.
Sigo en el estado que no me lo creo. Por supuesto, me siento muy orgullosa de poder compartir entrenamientos y un objetivo con jugadoras tan y tan buenas. Me queda mucho camino por recorrer y soy consciente que no estaré dentro de las 16 finales, pero la experiencia en sí y el poder aprender tanto sobre roller derby… es una sensación maravillosa.